La primer cosa a comunicar es que la masturbación en sĆ misma, es mucho menos severa que masturbarse con la pornografĆa. Si eliminar primero la pornografĆa y luego abordar la masturbación es una parte de tu proceso de recuperación, entonces te alentamos a hacerlo.Ā
Sin embargo, queremos pintarte la imagen de la meta final. Como dijimos antes en la semana, la meta de la integridad sexual es una relación sexual asombrosa con tu cónyuge. Un elemento de esto es el altruĆsmo; poner la experiencia sexual de tu cónyuge sobre la tuya propia.Ā
La masturbación es una prĆ”ctica de auto-gratificación, meterse en el hĆ”bito de usar el órgano designado para tu pareja, para ti mismo.Ā
PodrĆamos seguir, pero creemos que C. S. Lewis lo dice mĆ”s elocuentemente:
“Para mĆ el verdadero mal de la masturbación estĆ” en que toma un apetito, que en su uso apropiado, saca al individuo de sĆ mismo para completar y corregir su propia personalidad en la de otra persona (y finalmente en hijos y nietos) y lo revierte, enviĆ”ndolo en la prisión de sĆ mismo, para mantenerlo en un harem de novias imaginarias.
Y en este harem, una vez aceptado, trabaja en contra de su proceso de salirse de sà mismo y unirse con una mujer real. Pues, el harem siempre estÔ disponible, siempre accesible, sin un llamado al sacrificio o hacer ajustes y dotado de atracciones eróticas y psicológicas con las que ninguna mujer real puede competir.
Entre este conjunto de novias ensombrecidas Ć©l es siempre adorado, siempre el amante perfecto, ninguna demanda es hecha en su egoĆsmoā¦
Ā Al final, ellas se vuelven el medio por el cual Ć©l aumenta su adoración a sĆ mismo. DespuĆ©s de todo, la obra primordial de la vida es dejar de enfocarnos en nosotros mismos, fuera de nuestros tĆtulos y de la prisión oscura en la que todos nacemos. La masturbación debe ser evitada, asĆ como todas las cosas que retrasan este proceso. Pues el peligro es que se pueda llegar a amar la prisión.”
No solo creemos que es posible, sino que es el estado natural de un hombre y una mujer, enfocarse en la totalidad de su energĆa sexual con su pareja. Hemos visto caso tras caso de los resultados inspiradores experimentados cuando dos individuos, enraizados en su integridad sexual de unen en sagrado matrimonio.