Mientras que el primer enfoque de este grupo es honestidad y gracia, a través de la práctica de decir la verdad de ti mismo, el segundo enfoque de este grupo, es la integridad a través de la responsabilidad.
Integridad es la base para realizar cualquier cosa en la vida y un músculo que puede ser entrenado y desarrollado. La primera capa de integridad es alinear tus acciones con tus palabras; la segunda capa está luego alineando tus acciones y palabras, con tus valores.
Integridad no se trata de algo bueno o malo. Tu no eres bueno por tener integridad y no eres malo por no tenerla. Esto es simplemente la base para lograr cualquier cosa. Si quieres hacer algo de manera fiable entonces necesitas integridad. Cuanto mayor sea tu objetivo deseado, mayor será el nivel de integridad que requiere de ti.
A través de este grupo, te entrenarás para llegar a ser, o convertirte en alguien que pueda cumplir sus promesas. Otros comenzarán a confiar en las promesas que haces y lo más importante, tú comenzarás a confiar en las promesas que te haces a ti mismo. Tu conseguirás la capacidad de mirarte al espejo y estar orgulloso de a quien tú ves, o lo que ves.
Hay una clara diferencia entre honrar tu palabra y cumplir tu palabra. A nosotros nos gustaría siempre mantener o cumplir nuestra palabra en todos los casos, pero a pesar de todo el esfuerzo que hagamos, es imposible. Habrá momentos en los que no cumpliremos lo que prometimos. Esto no es juicio moral, sino un hecho de la vida.
Cuando nosotros rompemos nuestra palabra, entonces estamos fuera de la integridad. Lo que ocurre generalmente en esa situación es que nosotros pedimos disculpas, le restamos importancia, lo cubrimos, o una innumerable serie de respuestas diferentes. Lo que rara vez sucede es que nosotros nos hacemos responsables por esto. El resultado de esto, es que hemos llegado a vivir en un constante estado de integridad rota y nos hemos cansado del poder de nuestra palabra. Esto en realidad no es el caso que “hablar es barato”, pero si degradamos el valor de nuestra conversación.
Aunque no siempre podemos cumplir nuestras promesas, nosotros podemos siempre honrar nuestras promesas, en lugar de dejarlas pasar tan seguido como nosotros hacemos. Lograremos esto tomando la responsabilidad por el hecho de que rompimos nuestra palabra.
A través de tu grupo, tú te entrenarás para desarrollar tu integridad de manera continua. No como una cuestión moral, sino porque no vas a llegar a ninguna parte si tu palabra no es confiable. Tú nunca podrás cumplir con tu compromiso de eliminar la pornografía y/o la masturbación de tu vida, si no puedes confiar en tu propia palabra.
Aquí está la simple fórmula para honrar tu palabra:
- Reconoce cómo estás tú, fuera de la integridad.
- Explora qué impacto tiene en ti mismo y en los demás.
- Identifica qué te falta para mantener tu compromiso.
- ¿Qué nueva promesa harás tú para mantener tu promesa?.
Por ejemplo:
Yo vi porno y me masturbé dos veces esta semana. Esto me hizo sentir como una basura y no pude terminar todo lo que quería. Eso me hizo sentir muy frustrado y fui mezquino con mi familia. Yo también le presté menos atención a mi esposa porque estaba tan preocupado por el porno. Yo sé que esto le duele a mi esposa, sufre cada vez que se entera que vi pornografía y no la tengo en cuenta a ella, ni a la promesa que le hice de apreciarla y amarla. Lo que faltaba era tener un propósito claro para usar mi teléfono por la noche. Yo estaba en Instagram y terminé viendo pornografía. Yo me impondré una alarma para recordarme a mí mismo, para dejar de usar mi celular a las 9:00 pm y me concentraré en pasar más tiempo con mi esposa.
El propósito de restaurar la integridad es activar de nuevo y crear una relación de empoderamiento con tu palabra. Esto no se trata de disculparse o apaciguar a los demás. Restaurar integridad causa que tú seas el dueño de tu palabra y seas alguien que cumpla con las promesas que haces, especialmente para ti mismo. El propósito es entrenar para ser un hombre quien honre su palabra, no para tratar de verse bien o verse mal.
Responsabilidad, es la estructura que te permite continuar desarrollando a través de la honestidad, gracia e integridad. Un grupo que se controla regularmente entre sí, está asumiendo que no siempre será perfecto. Esto te da espacio para reconocer honestamente cuando tu determinación y resolución comienza a flaquear. La responsabilidad te permite desarrollar tu integridad. Tú experimentarás un rápido crecimiento con un grupo de personas que no te permite resbalar en tus promesas rotas.
Las relaciones de responsabilidad son normalmente el vínculo perdido en el proceso de recuperación del hombre y la mujer. Muchos hombres y mujeres intentan lidiar con la pornografía, un hábito que trata de arrastrar a las personas a la desconexión y el aislamiento, quedándose aislado y trabajando con ellos mismos. Como experimentaron relaciones orientadas al crecimiento basada en la comunicación honesta son combustible, no solo para una vida de integridad sexual, si no una vida completamente plena.
Las relaciones responsables toman la forma de tres tipos de amistades especiales:
- Un mentor: un hombre más experimentado, a quien usted puede acudir para tener orientación.
- Un camarada o compañero: un igual con quien él puede ser hermano de armas.
- Un aprendiz: un hombre menos experimentado en quien tu puedes ser un mentor.
¿Quién es un mentor en tu vida, alguien a quien admiras?, ¿Qué significa para ti esa relación?
Este grupo te permitirá experimentar tener un mentor y hermanos en armas para tu integridad sexual y en última instancia, te permitirá tener orgullo para poder apoyar a otros en esta área también.