Testimonio: Empecé a Consumir Pornografía Cuando Tenía 15 Años
Por culpa de la pornografía, tuve un montón de problemas, pero el más grande para mí fue el hecho de que no pude hablar y orar a Dios honestamente. Siempre que oraba, me sentía muy avergonzado. Este problema también me complicó para hablar honestamente con mis padres, hermanos y amigos en la iglesia. Con el pasar del tiempo, empecé a sentirme solo, que era diferente de otros en nuestra iglesia, y que ya no quería pertenecer a la misma.
Sin embargo, a través de las presentaciones de High Noon, aprendí que la pureza no es algo que se pierde, es algo que se nutre. Desde entonces, me determiné a empezar a ser honesto con mis padres. Mediante conversaciones con mis padres, pude sentir el amor de Dios, y el hecho de que él quiere ayudarme, pero yo no estaba abriéndole mi corazón. Después de eso, el primer cambio que sentí fue que podía orar a Dios honestamente, y que la relación con mis padres y hermanos se volvió más cercana.
A través de esta experiencia, aprendí que la pureza es la raíz de la relación con Dios y las personas. También, aprendí que la pureza no significa que yo no sepa sobre problemas sexuales. Significa que yo tengo que ser capaz de abrirme a Dios incluso si cometo errores. Finalmente, aprendí que no importa qué errores nosotros cometamos, Dios siempre está esperando por nosotros, siempre nos amará. No tenemos que sentirnos preocupados de abrir nuestros corazones a Dios.
Fuí capaz de dejar la pornografía hace ya un año, pero sigo trabajando en mi integridad sexual día a día.
